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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ogres/ Fundalex

6 de noviembre de 2009
Organizaciones internacionales advierten que ataques a periodistas en México están fuera de control
El asesinato del reportero policial Bladimir Antuna en Durango volvió a poner al descubierto la indefensión de los trabajadores de la prensa en México, situación que pone al país a la cabeza de las naciones de mayor alto riesgo para el ejercicio del periodismo.
Varias entidades han exigido que el gobierno tome medidas serias para enfrentar la violencia sin control contra periodistas, reportó El Universal, entre ellas la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros Sin Fronteras (RSF), el Instituto Internacional de Prensa (IPI, por sus siglas en inglés), la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su nombre en inglés).
Según el IPI, este año en México han muerto más reporteros que en Somalia —nación devastada por años de guerra civil— y RSF insistió que el crimen de Antuna era evitable, pues el reportero había denunciado a la justicia varias amenazas de muerte.
La impunidad de los crímenes sólo empeora el desamparo de los periodistas, “blanco fácil de los criminales”, explica otra nota de El Universal. Los trabajadores de la prensa deben enfrentar a “una autoridad que no acepta la crítica ni el trabajo periodístico” y el “fuego cruzado" de la guerra contra el narcotráfico, explicó a EFE Darío Ramírez, director para México de la ONG Article 19. “El silencio y la inacción de los gobiernos estatales y federal es lo que más preocupa”, aseguró.
A pesar de que Antuna fue el tercer periodista asesinado en Durango en lo que va del año, el gobernador de ese estado ha asegurado que sí hay garantías para la seguridad de los reporteros. Otros comunicadores de la zona, sin embargo, han dicho que el crimen fue una “advertencia para todos, aunque las autoridades lo desestimen y minimicen” y que con esta advertencia ya no se podrá realizar ningún trabajo de investigación, añade La Jornada.
Publicado por Ana María Torres Ortiz en 13:19